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Un nuevo estudio de IHCantabria revela cómo la variabilidad climática interanual redefine el riesgo costero global

por | 3 Sep, 2024 | Artículo científico, Noticias, Riesgos climáticos, adaptación y resiliencia | 0 Comentarios

Se ofrece evidencias que confirman la necesidad de considerar la influencia de ciertos fenómenos climáticos al realizar evaluaciones costeras de peligros múltiples, lo que es fundamental en la gestión de riesgos y planificación costera

Los resultados de un estudio en el que ha participado personal investigador del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria) confirman cuán importante es incorporar la variabilidad climática interanual (como el fenómeno de El Niño y las oscilaciones polares) al evaluar los riesgos múltiples que se realiza en zonas costeras, a nivel global.

Esto revela el impacto significativo que tienen, por ejemplo, los fenómenos climáticos intermitentes de El Niño y La Niña, que se originan en el océano Pacífico ecuatorial y pueden llegar a tener efectos de amplio alcance en el clima mundial. Estos fenómenos están relacionados, pues son las fases opuestas de lo que se denomina El Niño-Oscilación del Sur (ENOS o ENSO, por sus siglas en inglés); su fase cálida es El Niño y, la fase fría, La Niña. Tanto estos fenómenos, como la Oscilación Ártica (AO, por sus siglas en inglés) o el Modo Anular del Sur (SAM, en inglés), constituyen variaciones climáticas naturales que influyen en el comportamiento de vientos y oleajes. De ahí que en el nuevo estudio se recomiende considerar el análisis de la variabilidad climática interanual, al realizar evaluaciones costeras de peligros múltiples.

Los resultados de ese estudio fueron recientemente publicados en la revista científica Scientific Reports, a través del artículo titulado “On the need to integrate interannual natural variability into coastal multihazard assessments”, que se sustenta en datos globales recogidos durante casi cuatro décadas, en varios países. Los coautores de este artículo son Itxaso Odériz e Íñigo Losada, investigadores de IHCantabria; Rodolfo Silva Casarín, investigador del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Nobuhito Mori, investigador del Instituto de Investigación para la Prevención de Desastres de la Universidad de Kioto, en Japón.

El estudio fue liderado por Itxaso Odériz ─quien está vinculada al Grupo de Riesgos Climáticos, Adaptación y Resiliencia de IHCantabria─ y se enfocó en evaluar cómo los principales modos de variabilidad climática ─ENSO, AO y SAM─ alteran las condiciones estacionales de peligros costeros en diversas regiones del mundo. El desarrollo del estudio, a nivel internacional, permitió identificar cómo estos modos climáticos, tanto tropicales como polares, modulan la co-ocurrencia de peligros como la velocidad del viento en superficie, el oleaje local que se denomina al oleaje generado en la zona de generación del viento y el oleaje cuando se propaga (mar de fondo, swell en inglés) que impactan en las costas. La ocurrencia de peligros simultáneos se puede analizar por una relación temporal o temporal-espacial. Este análisis analizar si estos peligros ocurren en una localidad o si ocurren simultáneamente en varias localidades de un país. Según los hallazgos, el ENSO afecta aproximadamente al 40% de los países costeros, siendo especialmente relevante en Asia y América; mientras que los modos polares impactan a cerca del 30% de los países costeros, destacando en regiones como Noruega y el Reino Unido.

Los coautores del artículo publicado en la revista científica Scientific Reports subrayan que el ENSO provoca una mayor diversidad de peligros simultáneos, en comparación con los otros modos climáticos, lo que puede aumentar la fuerza del viento y del oleaje, especialmente en países como Perú e Indonesia. Por su parte, el SAM muestra su mayor influencia en la región del Pacífico suroriental, afectando con mayor intensidad a los swells que se generan en el océano austral y llegan a alcanzar en la costa de Chile, mientras que la AO impacta principalmente en el Atlántico Norte, con un aumento significativo de las condiciones de viento y oleaje en las costas de Irlanda y Noruega.

Los resultados del estudio destacan las complejas interacciones entre estos peligros costeros, a través de distintas escalas de tiempo y espacio, tras haber detectado que la variabilidad natural interanual no ha sido adecuadamente incorporada en las evaluaciones de riesgos costeros. “Los estudios de riesgo en general asumen variaciones estacionales, pero no integran los cambios año a año que genera las variaciones interanuales naturales, lo que lleva a subestimar peligros climáticos en los diseños de infraestructura u operación de las industrias costeras, como la energética y la portuaria”, señala Itxaso Oderiz. Por tanto, su estudio representa un avance significativo hacia la integración de estas variabilidades climáticas en las evaluaciones multirriesgo, lo que facilitará la toma de decisiones en la planificación costera y la prevención de desastres.

“Este tipo de estudios son esenciales para preparar a las comunidades costeras y sus economías frente a los impactos de la variabilidad climática, especialmente en regiones vulnerables y expuestas a estos patrones climáticos de gran escala, como es El Niño”, concluye Itxaso Odériz.

Se puede acceder al contenido completo del artículo publicado en la revista científica Scientific Reports, a través de este enlace.

El estudio se enfocó en evaluar cómo los principales modos de variabilidad climática ─ENSO, AO y SAM─ alteran las condiciones estacionales de peligros costeros en diversas regiones del mundo

Los fenómenos climáticos intermitentes de El Niño y La Niña, que se originan en el océano Pacífico ecuatorial, pueden llegar a tener efectos de amplio alcance en el clima mundial

Investigación desarrollada con la Ayuda FJC2021-047909-I financiada por MICIU/AEI /10.13039/501100011033 y por la Unión Europea NextGenerationEU/PRTR