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La PIANC integra a investigador IHCantabria en un grupo de trabajo internacional

por | 15 Dic, 2020 | Hidrodinámica e Infraestructuras Costeras, Noticias, Puertos e Infraestructuras Costeras | 0 Comentarios

La Asociación Internacional de Infraestructuras del Transporte Acuático (PIANC, The World Association for Waterborne Transport Infrastructure) ha organizado un nuevo Grupo de Trabajo (WG-232), que se va a dedicar a integrar los conocimientos técnico-científicos relacionados con la cuantificación del riesgo meteo-oceanográfico durante la construcción marítima, en el que participará Gabriel Díaz Hernández,  investigador de Instituto de Hidráulica de la UC (IHCantabria) y profesor de la Universidad de Cantabria (UC). 

Gabriel Díaz Hernández es profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos de la UC e investigador senior del IHCantabria, dentro del Grupo de Hidrodinámica e Infraestructuras Costeras. A lo largo de la última década, ha liderado y participado en diferentes proyectos de diseño portuario y costero, en el desarrollo y uso de modelos numéricos avanzados destinados a la cuantificación del clima meteo-oceanográfico y su interacción con la obra marítima.

Además, es experto en la creación de sistemas predictivos y de alerta temprana para la construcción de importantes infraestructuras tales como: el Puerto exterior de Langosteira (Galicia), el acceso y navegación para la obra de mejora de la Isla de Sancti Petri (Cádiz), la construcción de la nueva Terminal 2 del Puerto de Açu (Brasil), y la expansión del puerto exterior de Aberdeen (Reino Unido).

“Es una buena oportunidad para poder interactuar con otros grupos similares a nivel mundial”, afirmó Díaz Hernández, al tiempo que desde el Grupo de Hidrodinámica e Infraestructuras Costeras del IHCantabria “vamos a poder aportar una buena visión al problema” con todo el trabajo previo desarrollado.

La PIANC, a través de su Comisión de Navegación Marítima (MarCom), se encarga de organizar este tipo de grupos de trabajo con la finalidad de redactar diferentes guías-técnicas con un carácter meramente práctico, que intentan aportar luz sobre aquellas temáticas de especial relevancia, de alta complejidad y que presentan un alto impacto en la sociedad y el mercado actual.

Por este motivo se ha creado el WG-232, con la idea de reclutar a un comité de expertos a nivel internacional para poder proporcionar un documento-guía que oriente a científicos, ingenieros, constructores, autoridades portuarias, stakeholders, etc. sobre los riesgos del clima marino y la gestión del riesgo directamente relacionados con la etapa de construcción de proyectos en el medio marino.

Efectos de acción climática marítima

Como explicó el profesor Díaz Hernández, toda obra marítima suele estar sujeta a los efectos de acción climática marítima tanto en su fase de servicio como en construcción. Generalmente en el caso de obras de dragado, diseño y construcción de diques rompeolas, espigones, muelles en mar abierto, tuberías y cables submarinos, parques eólicos marinos y otros elementos offshore.

El clima marino está definido principalmente por los vientos, las mareas, el oleaje, las corrientes e incluso el hielo, el cual suele ser analizado con gran detalle, tanto para la fase de diseño como para la fase de servicio de toda obra marítima.

“Sin embargo, el análisis y tratamiento de las condiciones meteo-oceanográficas y su interacción con la obra marítima durante su fase de construcción, a la fecha, no cuenta con un consenso científico-técnico generalizado por parte de la comunidad técnica. A pesar del impacto que esto pueda llegar a tener en el sobre-coste de la obra, la planificación del calendario de construcción, la predicción de posibles retrasos para definir y aplicar cláusulas de tiempo de inactividad, y lo más importante, los accidentes y pérdidas humanas que se puedan suceder”, explicó el investigador del IHCantabria.

Por ejemplo, esto es especialmente relevante en relación a la creciente ampliación y construcción de nueva obra portuaria en la actualidad. Obra que es altamente condicionada por el mercado global de transporte marino de mercancías, con buques cada vez más grandes que requieren de infraestructuras cada vez más robustas, más alejadas de la costa y enclavadas en grandes profundidades, ubicadas en entornos hostiles, muy expuestos a grandes oleajes y por lo tanto, con una alta exposición y riesgo para las actividades humanas en la obra civil.