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Investigadores de IHCantabria y BC3 desarrollan tres estrategias basadas en la naturaleza para prevenir los desastres naturales en Cantabria

por | 5 Jun, 2020 | Ecosistemas Continentales, Noticias | 0 Comentarios

En el Día Mundial del Medio Ambiente, investigadores del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria), coordinador del proyecto europeo ALICE, y del Centro Vasco contra el Cambio Climático (BC3) muestran cómo las Redes de Infraestructura Verde y Azul (BGINs, por sus siglas en inglés) podrían prevenir los desastres naturales. Se trata de redes estratégicamente planificadas de espacios naturales y seminaturales, otros elementos ambientales y mecanismos de gestión que podrían asegurar la protección de los servicios ecosistémicos, que hacen referencia a la multitud de beneficios que la naturaleza aporta a la sociedad.

El proyecto ALICE tiene como objetivo mejorar la gestión de los paisajes atlánticos usando como casos de estudio una serie de cuencas hidrográficas en España, Portugal, Francia e Irlanda del Norte. También propone el uso de soluciones basadas en la naturaleza para favorecer los servicios ecosistémicos y la biodiversidad, a través de la implementación de BGINs. A través del análisis de diferentes desastres naturales en Cantabria, los expertos han destacado el impacto negativo que tienen en la regulación de sus ecosistemas. Dicho impacto se ve agravado por la tendencia creciente de reemplazar los bosques nativos con monocultivos para la explotación maderera, así como los incendios frecuentes que afectan principalmente a arbustos y pastizales en toda la región, entre otras acciones fundamentalmente de origen antrópico.

Prevención y mejora basadas en la naturaleza

Con el fin de prevenir futuros desastres naturales y avanzar hacia políticas socioeconómicas y medioambientales más sostenibles, investigadores del IHCantabria y BC3 han desarrollado tres estrategias. La primera consiste en la renaturalización de los ecosistemas fluviales y ribereños del río Híjar para reducir el riesgo de inundación en la localidad de Reinosa, a través de la recuperación de meandros y áreas de vegetación ribereña, la creación de caminos peatonales, y muchas otras medidas. La segunda estrategia está relacionada con la quema controlada como herramienta útil y eficaz para una gestión sostenible de los bosques, la agricultura y el mantenimiento de los pastos. Esta medida serviría además para controlar la quema provocada por el hombre en áreas con presión para el mantenimiento de superficies abiertas aprovechables por el ganado desde tiempos históricos. Por último, los expertos proponen la consolidación de zonas tampón en los espacios ribereños a lo largo de seis de los cursos de agua del Monte Corona. La recuperación de la vegetación ribereña mejoraría no solo la biodiversidad del área sino también los procesos relacionados con las inundaciones y la erosión del suelo.

José Barquin Ortiz (IHCantabria), coordinador del proyecto ALICE: “La prevención de los desastres naturales puede y debe basarse en soluciones naturales. La sostenibilidad de nuestros sectores agrícola, ganadero y pesquero depende en gran medida de los servicios ecosistémicos, de modo que es crucial que las políticas promuevan su situación actual y la propuesta de medidas de mejora en el futuro.”

Modelización: clave para la futura protección de la biodiversidad

BC3, el socio que lidera la modelización en el proyecto ALICE, en colaboración con IHCantabria, trabaja en la integración de diferentes variables ambientales y socioeconómicas en una plataforma de modelización llamada k.LAB. El objetivo de los investigadores consiste en proporcionar a los responsables políticos una herramienta intuitiva y fiable para rastrear el impacto de la actividad humana en los servicios ecosistémicos y las posibles oportunidades de inversión teniendo en cuenta la naturaleza, sus funciones y los desafíos futuros.

El equipo multidisciplinar del proyecto está desarrollando actualmente varios modelos para pronosticar cambios en los servicios ecosistémicos y biodiversidad. Dada la evolución del uso de la tierra y la capacidad humana para responder al cambio climático, los investigadores analizan los beneficios generados a partir de la implementación de BGINs en las diferentes regiones.

Stefano Balbi (BC3):” Necesitamos adoptar estrategias que integren los conocimientos de las diferentes disciplinas para preservar la biodiversidad, combatir el cambio climático y reducir los riesgos para la salud pública.”

Para cada una de estas estrategias, IHCantabria ha realizado un video para ilustrar las intervenciones y los actores clave en cada una de ellas, comoson  el Gobierno de Cantabria, los investigadores de la Universidad de Cantabria y los Equipos de prevención integral de incendios forestales (EPRIF):