IHCantabria identifica los nueve retos prioritarios para la sostenibilidad de la Bahía de Santander
La Mesa de la Bahía, formada por las instituciones con competencias en la gestión del estuario, analiza los resultados de la fase de Diagnóstico del proyecto ‘Plan Bahía’
IHCantabria ha presentado hoy el Diagnóstico Integrado de la Bahía de Santander a los miembros de la Mesa de la Bahía, compuesta por las administraciones públicas con competencias en la gestión del estuario y por la Universidad de Cantabria, que participa como asesor científico a través del Instituto de Hidráulica Ambiental.
El Diagnóstico Integrado de la Bahía de Santander, elaborado en el marco del proyecto Plan Bahía, es el resultado de dos líneas de trabajo. Por un lado, el análisis científico de la evolución socioeconómica, ambiental y morfodinámica del estuario, así como de las normativas de aplicación en la Bahía. Por otra parte, el Diagnóstico se ha enriquecido por medio de un proceso de participación pública donde los principales colectivos y organizaciones con intereses en la Bahía, así como la ciudadanía en general, han aportado sus conocimientos y valoraciones a lo largo de siete meses de actividades participativas.
El proceso de Diagnóstico ha permitido identificar nueve retos prioritarios para la sostenibilidad del estuario:
- Los cambios en los procesos sedimentarios.
Los cambios en la configuración de las playas de la Bahía, especialmente la erosión y pérdida de arena de las playas de Somo y Loredo, representa un riesgo para la integridad del Puntal, cuya rotura tendría un profundo impacto sobre la actividad portuaria, turística y recreativa de la Bahía. Por otro lado, el incremento de arena en el interior de la Bahía afecta notablemente a la navegación, por la pérdida de calado en los canales interiores, y al crecimiento de determinadas especies explotadas por los mariscadores. - La recuperación de rellenos.
La mitad de la superficie intermareal de la Bahía se ha rellenado con fines urbanos, industriales y agropecuarios. Invertir el proceso de relleno para devolver parte de esos espacios al mar permitiría recuperar parcialmente la morfología original de la Bahía y, por tanto, mitigar los riesgos asociados a los cambios en los procesos sedimentarios. - La adaptación a los efectos del cambio climático.
La comprensión de los efectos del cambio climático en el estuario y el desarrollo de un plan de medidas integradas en otros sectores, como el urbanismo y el turismo, es fundamental para minimizar el impacto del cambio climático sobre las actividades que se desarrollan en la Bahía. - La mejora del sistema de saneamiento.
El sistema actual se ve superado en momentos puntuales por un aumento de caudal, procedente de arroyos canalizados durante los procesos de urbanización y de las aguas de escorrentía en épocas de lluvia, lo que provoca inundaciones en diferentes puntos del estuario y reduce la eficacia de la depuradora de San Román. - El ordenamiento de las actividades acuáticas.
El incremento del volumen y la diversidad de usuarios del estuario requiere una regulación consensuada que permita mejorar la seguridad y la convivencia entre las diferentes actividades acuáticas que se practican en la Bahía. - La definición de un modelo turístico compartido y sostenible.
Diseñar un modelo turístico común para el conjunto de la Bahía, que sea ambiental y socialmente responsable, es clave para lograr una gestión sostenible del incremento del turismo en el arco de la Bahía.
- La puesta en valor del patrimonio social y natural del estuario.
El conocimiento de la historia, el patrimonio y los valores naturales de la Bahía se identifican como una oportunidad para impulsar un desarrollo económico del estuario que sea ambiental y socialmente sostenible y facilite la transición hacia un modelo turístico desestacionalizado y responsable. - La colaboración interinstitucional.
Definir un mecanismo de colaboración entre las instituciones que administran los usos del estuario es clave para mejorar la compleja gestión de un espacio donde confluyen competencias, procedimientos e intereses de diversa naturaleza. - El desarrollo integral de los instrumentos de planificación.
Se identifica la necesidad de contar con herramientas administrativas que permitan agilizar el desarrollo e implementación de los planes de acción, existentes y futuros, así como la inclusión de la planificación urbanística y paisajística en la gestión integral de la Bahía.
Una vez que las instituciones que componen la Mesa de la Bahía hagan sus aportaciones al Diagnóstico Integrado de la Bahía de Santander, el proyecto Plan Bahía avanzará hacia su última fase: la redacción del Plan de Gestión Integrada de la Bahía de Santander. El objetivo será definir las mejores soluciones posibles a los nueve retos identificados en la fase de Diagnóstico y diseñar una estrategia que facilite a las instituciones competentes la implementación de las medidas propuestas.
El Plan de Gestión Integrada de la Bahía de Santander
‘Plan Bahía’ es un proyecto de investigación coordinado por el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria) y financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Gobierno de Cantabria a través del Programa de Ciencias Marinas. Su objetivo es redactar el Plan de Gestión Integrada de la Bahía de Santander, que establecerá los mecanismos de colaboración y las medidas a implementar para que las instituciones que forman la Mesa de la Bahía puedan abordar las futuras actuaciones a desarrollar en el marco de un Plan Integral para la Gestión de la Bahía.
El Plan de Gestión Integrada de la Bahía de Santander se diseñará como una herramienta dinámica, capaz de evolucionar y adaptarse a los cambios que se produzcan desde el punto de vista ambiental, morfodinámico, económico y social para ofrecer el mejor apoyo científico-técnico a las administraciones que ostentan las competencias de gestión del estuario, de forma que puedan estudiar y, en su caso, abordar la implantación de las diferentes medidas recogidas en el ‘Plan Bahía’.
Este estudio forma parte del programa ThinkInAzul, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación con fondos de la Unión Europea NextGenerationEU (PRTR-C17.I1) y por la Comunidad Autónoma de Cantabria.