IHCantabria desarrolla un modelo conceptual para comprender cómo se proveen los servicios ecosistémicos en redes fluviales
“Las redes con ríos temporales o intermitentes son sistemas extremadamente dinámicos y han requerido de un cambio de paradigma en la ciencia fluvial para abordar los desafíos ecológicos y sociales que entrañan. Nuestro objetivo fundamental con el estudio ha sido el de expandir esta visión que considera, no solo la variabilidad de caudal en el río, sino la ausencia del mismo, a la exploración de cómo se generan en las redes fluviales los servicios ecosistémicos”. Así lo explica Ignacio Pérez-Silos, investigador de IHCantabria y autor principal del mencionado artículo, que titula “Ecosystem Services in Drying River Networks: A Meta-Ecosystem Conceptual Model“.
Otros coautores de este artículo son José Barquín Ortiz, responsable del Grupo de Ecosistemas Continentales de IHCantabria, y Thibault Datry, investigador del Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente de Francia (INRAE). Los tres autores de ese artículo científico abordaron los desafíos que representa el aumento de los eventos de secado en las redes fluviales, debido al cambio climático y a otras actividades humanas. “Estos fenómenos están amenazando gravemente la capacidad de los ríos para proporcionar servicios ecosistémicos esenciales, como el suministro de agua limpia, la regulación de inundaciones, la regulación de nutrientes o el secuestro de carbono. Y es que, no hay que desdeñar la gran variedad de servicios ecosistémicos que se dan en ríos que se secan cíclicamente de forma natural, pero que estos eventos de sequía aumenten en frecuencia e intensidad debido a la acción humana impacta profundamente en los beneficios que obtenemos del río”, afirmó José Barquín.
Partiendo de esta premisa, los tres investigadores desarrollaron el estudio del que se desprende un modelo conceptual innovador. Este modelo integra a la teoría de los meta-ecosistemas dentro del marco de evaluación de servicios ecosistémicos para explorar cómo la conectividad hidrológica dirige mayoritariamente los flujos de materia, energía y biodiversidad en la red fluvial, determinando en última instancia la provisión de servicios ecosistémicos. El aporte de este modelo es clave en un contexto de cambio climático.
El modelo conceptual destaca cómo los flujos abióticos y bióticos entre ecosistemas terrestres y acuáticos son fundamentales para la provisión de estos servicios. En base a ello, el modelo se construye sobre tres componentes base que han sido identificados como los que principalmente explican la provisión de servicios ecosistémicos a lo largo de la red fluvial y en sus distintas fases hidrológicas: la intensidad de los flujos abióticos, los patrones de biodiversidad y las tasas de funcionamiento de los ecosistemas.
“Este modelo no solo permite comprender mejor cómo se organizan los servicios ecosistémicos en estas redes fluviales, sino que también proporciona herramientas para la gestión sostenible de las cuencas hidrológicas en un contexto de creciente impacto humano y climático”, explica Ignacio Pérez-Silos.
Algunas de las aplicaciones prácticas que se destaca en el estudio son la predicción de las dinámicas globales de los servicios ecosistémicos en un escenario de cambio climático, la identificación de prioridades de gestión basadas en los ecosistemas, y la evaluación de los impactos humanos sobre las redes fluviales. “Este avance conceptual pone de manifiesto la necesidad de integrar la perspectiva socioecológica en la gestión de cuencas hidrológicas y resalta el papel crítico de los ecosistemas terrestres como bosques, humedales, llanuras de inundación, etc. sobre los ecosistemas acuáticos a los que están conectados por medio de la red fluvial”, señala José Barquín.
Acceso al contenido completo del artículo publicado en la revista Wiley Interdisciplinary Reviews: Water, a través de este enlace.