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‘De la salud planetaria a la salud local en el marco del cambio climático’: tema elegido por IHCantabria para celebrar el 50º aniversario del Día Mundial del Medioambiente
Dirigido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y celebrado cada 5 de junio, desde 1973, el Día Mundial del Medio Ambiente suele ser la principal plataforma mundial para la divulgación ambiental.
Coherente con su compromiso por la sostenibilidad ambiental, el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria), organizó un seminario en el que se analizó cómo el conocimiento sobre las interacciones entre el ser humano y los procesos naturales resulta imprescindible para comprender y mitigar los riesgos asociados al calentamiento global y para lograr una adaptación a futuros escenarios climáticos.
El ponente de este seminario fue Pablo Fernández de Arróyabe, profesor del Departamento de Geografía, Urbanismo y Ordenación del Territorio de la Universidad de Cantabria (UC) y editor jefe de la revista científica International Journal of Biometeorology, de la editorial Springer Nature. A partir de su experiencia académica y profesional, de carácter multidisciplinar, Fernández explicó por qué la escala y el método geográfico pueden convertirse en factores clave para comprender la complejidad de los riesgos que la actividad humana genera sobre su propio hábitat.
En el marco de la celebración del Día Mundial del Medioambiente, Fernández resaltó la importancia de comprender la simbiosis entre la actividad humana y los procesos naturales. “En este sentido, la salud de las personas está muy vinculada a la salud del planeta y a la salud de sus ecosistemas. Entendemos que no puede haber individuos sanos, o especies sanas, si los ecosistemas en los que habitan no lo están”, señala Fernández.
Este profesor e investigador de la UC valora los esfuerzos destinados a promover una conciencia ciudadana, para minimizar las consecuencias negativas de la contaminación ambiental y para corregir los comportamientos humanos que están afectando a la naturaleza. En su criterio, la toma de conciencia de que habitamos en un planeta enfermo y limitado −en cuanto a espacio y recursos disponibles−, así como la necesidad de entender el crecimiento y el desarrollo humano desde nuevos paradigmas económicos, están generando una nueva conciencia colectiva que demanda progresivamente nuevos modos de desarrollo y protección de la naturaleza.
“Ahí es donde el cambio climático es un elemento que genera conciencia, a nivel global, de la necesidad que el ser humano tiene, de proteger sus entornos naturales; tanto los océanos como las montañas, los ecosistemas terrestres y marinos, las zonas de criosfera”, señala Fernández, “porque todo tiene una dinámica que, de alterarse, puede alterar el bienestar de los seres humanos”. Para garantizar la eficacia y eficiencia de los sistemas de alerta temprana, Fernández cree fundamental que se desarrollen a partir de estrategias de ciencia ciudadana.
Mensajes clave del seminario
- Es necesario asumir un nuevo paradigma, fundamentado en las soluciones basadas en la naturaleza, para enfrentar la idea de salud global, de modo que los dobles ecosistemas (físico y social) se contemplen de forma conjunta.
- El método geográfico resulta muy válido para esta aproximación, como ya se planteaba con las topografías médicas, si bien la escala global exige el uso de sistemas de información complejos que incorporen datos heterogéneos, no solo sanitarios, y en los que la componente geográfica-espacial esté plenamente integrada y analizada.
- Es imprescindible redefinir las unidades espaciales de análisis −no valen las unidades administrativas exclusivamente−, si queremos aproximarnos correctamente a la complejidad de los problemas sanitarios que se plantean en el siglo XXI.
- Los servicios climáticos y biometeorológicos en el campo de la salud han de ser personalizados y orientados hacia la definición de perfiles de vulnerabilidad individual, para poder definir con precisión los riesgos reales y, para ello, es preciso un enfoque de ciencia colaborativa y de participación ciudadana.
50º Aniversario del Día Mundial del Medio Ambiente
El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra cada 5 de junio, desde 1973. Cada año lo auspicia un país diferente; en 2023, el país anfitrión y organizador ha sido Costa de Marfil. Este año marca el 50 aniversario de esta celebración mundial, que fue establecida por primera vez por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1972.
Este año, con el lema “Sin contaminación por plásticos”, el Día Mundial del Medio Ambiente se centró en esta problemática e hizo un llamamiento a gobiernos, empresas privadas, ciudadanía y a todas las partes interesadas, para amplificar e implementar medidas eficaces contra este tipo de contaminación ambiental.